Todavía recuerdo cuando era niño y con mi abuelo íbamos a revisar cachureos en las calles, en ese entonces era bastante poco lo que despertaba mi interés, por el asunto obvio de que era pequeño y todavía no tenía mis intereses formados. Muchos años han pasado desde entonces y a partir de dichos recuerdos volví a cultivar la pasión por recorrer las ferias de las pulgas.
Cualquier persona que disfrute de hacer shopping debería sentir, aunque sea una vez, pasearse en una feria y revisar productos de origen desconocido que gente coloca en superficies de variados tipos con precios impredecibles. Y es que cuando estás en la feria, todo puede convertirse en una absoluta sorpresa. Personalmente me apasiona comprar electrónicos y artículos de decoración en la feria, y así como tal, toda la gente tiene distintas cosas que buscar (para mí es un alivio porque la gran mayoría de la gente busca ropa, y no hay que negarlo, en la feria hay emporios bastante interesantes de ropa).
Es con este motivo que escribo a continuación, mi decálogo del buen cachurero.
1. Asegúrate de tener espacio disponible
El arte del cachureo es un hobby que demanda mucho espacio físico, si logras desarrollar un ojo asertivo para comprar artículos. Y como tal, transitarás constantemente por esa delgada línea entre tener una colección y padecer el síndrome de Diógenes. Una medida que a mí me funciona muy bien es tener las cosas organizadas en contenedores plásticos, y una vez que comienza a haber exceso de cosas, comenzar a deshcaerse los artículos menos relevantes, a cambio de dinero o de otros artículos de menor tamaño.
2. La feria no es para comprar cosas que puedes comprar afuera
Si ando buscando un celular usado, el último lugar donde lo compraría sería una feria. Verán, pese a que en las ferias hay teléfonos del año por montones, uno nunca puede estar seguro del origen de estas cosas, y ser víctima de una estafa en dicho ámbito es terriblemente fácil. Si quieres comprar un teléfono, una cámara digital o cualquier cosa que esté disponible en alguna tienda, es preferible que lo compres en internet de segunda mano y a personas que te inspiren algo más de confianza.
3. El origen de las cosas es siempre desconocido
Y no te esmeres en investigar de dónde salió tal o cuál cosa, a menos que lo hayas comprado. El buscar el origen de las cosas sólo te hara sentir mal; existe una alta probabilidad de que lo que estés comprando la persona lo encontró en un cerro de basura o haya sido producto de algún ilícito. Ten esto en cuenta cuando vayas a comprar cualquiero cosa, usa tu criterio para conjeturar el origen del artículo en cuestión, y compra siempre que sepas o intuyas que lo que estás comprando no es algo que sepas que otra persona perdió y lo pueda necesitar.
4. Si no puedes probar que está bueno, dalo por malo
La esencia de los buenos precios en los artículos de la feria es porque los artículos que estás cotizando siempre están en estado desconocido, dicho esto, siempre deberías asumir que lo que estás comprando tendrás que arreglarlo, le falta alguna pieza o definitivamente está defectuoso. Esto puede servirte de estrategia para regatear.
5. Miente
El cachurero intentará venderte el artículo por el cual estás interesado bajo cualquier pretexto, y en dicha situación es casi una certeza absoluta que el vendedor te está mintiendo con algo. Bajo lo anteriormente dicho, la mentira es un arma que también podemos utilizar a nuestro favor. Por ejemplo: quieres comprar un aparato que sabes que es conveniente comprarlo aún cuando esté malo. Si el vendedor no sabe con exactitud qué es lo que está a punto de vender y logras detectarlo, entonces tú tampoco lo sabes. Lo quieres para desarmarlo, para regalarlo, porque te pareció bonita la caja o qué sé yo.
6. La feria es para conseguir cosas raras
El hecho de que nadie sepa más que el vendedor de dónde se consiguen las cosas que día tras día se consiguen en la feria, te da una chance de encontrar cosas que no encontrarías en otra parte, porque ya las descontinuaron o porque sencillamente llegaron a la alfombra con una historia interesante. En mi caso personal he encontrado muchas cosas que sería imposible encontrarlas para comprar de una manera ortodoxa, o estándar.
7. Think outside the box
Comprar un aparato electrónico defectuoso no tiene por qué ser necesariamente algo que tengas que evitar o algo que se va a convertir en una situación desagradable. Con una asertividad adecuada cualquier artículo puede convertirse en un banco de repuestos. O incluso puede ser que lo que estés comprando defectuoso, tenga el repuesto que necesitas para hacer funcionar otra cosa que tengas mala y te importe más. Siempre hay algo bueno que sacar de casi cualquier cosa.
8. La feria es una buena oportunidad de negocio
Así como tú o como yo, existe mucha gente apasionada por el arte del cachureo, y en esa premisa conseguir cierto tipo de cosas te puede llevar a desarrollar una excelente oportunidad de negocio. Si es que tu objetivo para ir a la feria es buscar posibles negocios, entonces tu nicho de interés puede que sea distinto y como tal, tu presupuesto también puede variar. Es importante ir a la feria sabiendo lo que uno está buscando.
9. Mantén tu rango de precios
Todos estamos dispuestos a pagar distintas sumas de dinero por distintos artículos. Un buen ejercicio al recorrer ferias (que ya de por sí es un muy buen ejercicio) es tener definido con anticipación los precios que estás dispuesto a pagar por cierto artículo, así sabrás con antelación cuándo debes evitar cierto artículo, cuándo regatear y cuándo estás en presencia de una buena oferta.
10. Ve a la feria todas las veces que puedas
Y si puedes, ve a muchas ferias. Las ferias son uno de los pocos lugares a los que, independiente de las veces que vayas y a dónde vayas, siempre encontrarás algo nuevo.
Sé que me quedé corto con este decálogo, pero eso me da tiempo para preparar un segundo decálogo.